El origami, en español papiroflexia, es el arte de origen japonés de plegar papel. Con las actividades de origami conseguimos trabajar la coordinación conjunta de ambas manos, por lo que se convierte así en una gran ayuda en la educación. La particularidad de esta técnica es la transformación del papel en formas de distintos tamaño y simbología, partiendo de una base inicial cuadrada o rectangular que pueden ir desde sencillos modelos hasta plegados de gran complejidad.
Algunos de los beneficios que aporta trabajar la técnica del origami en clase:
-Desarrollo de la destreza, exactitud y precisión manual
-Trabajo de la atención y concentración
-Desarrollo de la creatividad si se incentiva a los niños a trabajar sus propias creaciones.
Si se estimula en un niño el trabajo manual desde pequeño, seguramente crecerá desarrollando habilidades artísticas y estará en capacidad de ubicar espacialmente un objeto cualquiera en un papel, acción que muchos niños no pueden hacer, precisamente porque no se potenció en los primeros años de su vida el trabajo manual.
Lo ideal es que comiencen una actividad manual a edad temprana, ya que está comprobado que el entrenamiento de los dedos de un niño acelera el proceso de maduración del cerebro, porque el ejercitar el movimiento de los dedos de ambas manos es realmente una base de desarrollo bilateral del cerebro y el adelanto del desarrollo intelectual, aprovechando que el cerebro está en su mayor plasticidad.
No es muy fácil encontrar instrucciones detalladas y sobre todo ilustradas para los que empezamos, pero en este caso he encontrado este enlace , con unos pasos sencillos de seguir, con el que hemos elaborado esta rana saltarina.
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